Esta concepción aún embrionaria, intenta asumir instancias de ordenamiento territorial, dentro de los órdenes difusos y fluctuantes de nuestro tiempo. Se asume francamente la incertidumbre en un marco innovador distinto de las actuaciones urbanísticas estatales tradicionales. Los grados de libertad, el reposicionamiento competitivo del territorio, las cualidades arquitectónicas relevantes, son cuestiones que emergen en estas nuevas búsquedas.
Estas búsquedas disciplinares en el campo arquitectónico - urbanístico están en sintonía con el estudio de los fenómenos complejos con el cual presentan distintos grados de articulación.
Dentro de las territorialidades contemporáneas, el trinomio CONECTIVIDAD- ESPECIFICIDAD- MASA CRÍTICA, es fundamental.
La conectividad es un valor importantísimo del presente, condición necesaria aunque no suficiente para integrarse a un mundo globalizado, del cual constituye una de sus fuerzas impulsoras.
La especificidad refiere a la disposición de atributos propios distintivos.
La masa crítica es la magnitud gracias a la cual los fenómenos territoriales tienen una nueva significación cuantitativa y cualitativa (la acumulación de fenómenos inciertos) provoca la transformación territorial.
El par especificidad/conectividad , facilita articulaciones entre lo local y lo global.
Esto es clave para la supervivencia y posicionamiento competitivo de una empresa de una parte de la ciudad, o de un gran territorio.
La masa crítica es importante, pues de lo contrario, los episodios territoriales por más especificidad y conectividad que tengan, no son relevantes en órdenes mayores. Los territorios contemporáneos, están afectados por fenómenos crecientes de nomadismo y volatividad, lo cual genera un orden global difuso.
Dentro de las territorialidades contemporáneas, los elementos que pueden mantener algún orden, son los atractores.
Se los define como formaciones que tienen cierto grado de estabilidad estructural, más allá de sus mutaciones internas y de su eventual naturaleza gravitatoria.
Los atractores urbanísticos, pueden ser ámbitos territoriales muy diversos como algunas piezas urbanísticas metropolitanas (Lille), algunos recintos portuarios, las tecnópolis (La Defense) o muchos cascos históricos que cumplen con los atributos ya señalados.
Asimismo, frecuentemente los edificios complejos, se comportan como atractores, como en el caso de los grandes edificios contenedores constituidos por MIXED-USE y proporcionados de paquetes programáticos con facilidad para mutarse, lo cual puede visualizarse en gran parte de los espacios comerciales y de oficinas, como los Shopping Centers o los Mixed- Use (híbridos con capacidad de mutar).
Los atractores arquitectónico-urbanísticos, presentan cierta lógica dual, tanto maquinista como biológica de organismo complejo pues juegan unitariamente con cierta autosuficiencia en entornos crecientemente agresivos donde compiten por su supervivencia.
Los atractores en su coexistencia, pueden optar conjunta y/o competitivamente, formando constelaciones y órdenes fluctuantes que alteran las lógicas territoriales.
Estos fenómenos territoriales actuales de creciente competitividad y agresividad pueden no ser deseados pero deben conocerse para evitar su encubrimiento en planteos equilibradores y homogeneneizadores pertenecientes a paradigmas hoy inoperantes (urbanismo urbano).
En estos escenarios contemporáneos la emergencia de los híbridos pauta la territorialidad de fin de siglo. Los híbridos son formaciones programáticas flexibles capaces de atrapar flujos de inversión como algunos de los ejemplos ya señalados Zaera Polo afirma que los híbridos son a los procesos complejos lo que los tipos a los procesos lineales.
Tales elementos híbridos se asocian a temas contemporáneos como la indeterminación. Los anteriores son los elementos que le dan orden a los sistemas complejos. El modo para lograrlo es lo que Deleuze y Guatari llaman el plan de consistencia. El mismo no se refiere a tener un plan de ordenamiento territorial rígido expresado en la correspondiente figura de ordenación, sino que se refiere a una manera distinta de concebir la realidad y sus formas de operación en múltiples problemáticas y escalas. Un plan de consistencia es una modalidad operativa, cualitativa y selectiva que posiciona la lógica de los cambios de un modelo procesual fragmento a fragmento operando por consolidación y no por partes totalizantes.
Este plan actúa sobre conjuntos difusos y lo fundamental en él es el modo en que se conectan las partes. El plan de consistencia tiene la capacidad de interpretar globalmente lo que pasa en sistema complejo especialmente centrado en una dimensión estratégico- táctica.
Melun-Senart (1987): la estrategia del proyecto consiste en generar un sistema apto para ser desarrollado más que la determinación de algunos resultados formales (buscan como conectar las partes y no una imagen determinada de cómo es la ciudad).
Los objetivos de la propuesta se centran en la accesibilidad de servicios urbanos y en la preservación de determinadas cualidades estéticas del lugar. Se rechaza explícitamente cualquier ideología urbana como determinante del plan aceptando la imposibilidad de ejercer una determinación absoluta sobre la materialización de la ciudad. El sistema urbano se desarrolla en torno a una serie de bandas asociadas a distintas actividades y distintas velocidades, en ellas se concentran las energías del proyecto minimizando las determinaciones sobre las áreas desarrollables. El sistema en Melun-Senart está constituido por líneas que se encuentran en puntos, no estructuralmente significantes. Los puntos de articulación no tienen necesariamente influencia en la materialización de las líneas. Es un tipo de estructura asociable al principio de conexión y heterogeneidad con el que Deleuze y Guatari caracterizan los sistemas rizomáticos: “cualquier punto en el rizoma puede y debe ser conectado con cualquier otro.” Cada línea tiene una determinación particular en cuanto a velocidad, dirección o actividad. Por lo tanto la topografía urbana de Melun-Senart está organizada en líneas o vectores en lugar de puntos, centros o posiciones.
Las líneas que estructuran Melun Senart son extensibles y capaces de crecimiento puesto que sus límites no son significantes. No existen codificaciones formales de nudos o finales de acuerdo al principio rizomáticos de la ruptura asignificante que plantea que un rizoma puede romperse, destruirse en cualquier punto, pero volverá a desarrollarse desde una de sus antiguas líneas o mediante líneas nuevas.
La presentación gráfica del proyecto tiene líneas de movimiento, centros de densidades, figuras que representan actividades, logotipos de corporaciones, todas ellos yuxtapuestos contribuyendo a formar un documento uniforme siempre modificable, operativo mas que legislativo, o determinante de competencias. Las topografías propuestas por OMA no son estables ni mecánicas ni estadísticas.
Configuran un modelo que nos remite al régimen de acumulación flexible cuya estabilidad general depende de su flexibilidad para integrar fluctuaciones a escala local con órdenes a nivel global. La aceptación de la incertidumbre es la que el fenómeno urbano se produce y la renuncia al control formal sobre tales desarrollos se nivela con el establecimiento de límites operativos. Melun Senart como ejemplo de estos modelos es una estrategia de control sobre el vacío en lugar de la sobrecodificación de la fábrica urbana (lo construido) por la que el diseño urbano se ha caracterizado en las últimas dos décadas. La importancia que las fases de desarrollo del proyecto tienen en la materialización final es un índice de un concepto fluído de la realidad.
La síntesis formal depende y resume en cada momento el desarrollo del proyecto y expresa la forma en que la idea generadora se implementa, se deforma por su propio proceso. En Melun Senart la forma se produce como un resultado dependiente de una evolución temporal irreversible.
MANHATANISMO (1972) Reflexión sobre la Metrópolis.
El descubrimiento del Manhatanismo consistió en comprender a Manhatan como una colección de estructuras experimentales que habían sido concebidas en las sueños “salvajes” de los futuristas, expresionistas o constructivistas, pero aqui existen y son habitualmente usados cada día por habitantes casuales. En ausencia de una teoría explícita y convencionalmente formulada, toda evidencia se hace misteriosa e inaccesible, incluso invisible, para la disciplina arquitectónica.
En “Delirious New York”(un manifiesto retroactivo para Manhattan), (retroactivo porque teoriza a posteriori los fundamentos de una realidad).
En Delirious New York se describe en interpreta el fenómeno semi espontáneo del urbanismo de New York como manhatanismo.
La ciudad del globo cautivo es el manifiesto visual en el cual la producción de New York está basada. Se identifica la grilla como el verdadero secreto de Manhattan. Ella define una ciudad de 1500 bloques idénticos que adquieren identidad en las particularidades de su arquitectura. La fórmula mas sugestiva para comprender Manhattan y descubrir esta concepción de la ciudad fue el de una muy moderna Venecia. En el planteamiento Manhattan, se concibe como un archipiélago sin agua, donde cada manzana (bloque) es una isla donde el constante fluir de personas y autos corresponde al agua. Esto hace de Manhattan algo completamente opuesto de la ciudad tradicional pues es una ciudad basada en la ausencia de coordinación, cada uno para sí mismo, la trama para todos, como un sistema de soledades arquitectónicas. En este modelo cada isla celebra diferentes valores haciendo de cada una estados en miniatura, con sus propias leyes convenciones y folklore. La unidad del archipiélago solo puede ser expresada y reforzada a través de la máxima heterogeneidad de las islas.
Estas búsquedas disciplinares en el campo arquitectónico - urbanístico están en sintonía con el estudio de los fenómenos complejos con el cual presentan distintos grados de articulación.
Dentro de las territorialidades contemporáneas, el trinomio CONECTIVIDAD- ESPECIFICIDAD- MASA CRÍTICA, es fundamental.
La conectividad es un valor importantísimo del presente, condición necesaria aunque no suficiente para integrarse a un mundo globalizado, del cual constituye una de sus fuerzas impulsoras.
La especificidad refiere a la disposición de atributos propios distintivos.
La masa crítica es la magnitud gracias a la cual los fenómenos territoriales tienen una nueva significación cuantitativa y cualitativa (la acumulación de fenómenos inciertos) provoca la transformación territorial.
El par especificidad/conectividad , facilita articulaciones entre lo local y lo global.
Esto es clave para la supervivencia y posicionamiento competitivo de una empresa de una parte de la ciudad, o de un gran territorio.
La masa crítica es importante, pues de lo contrario, los episodios territoriales por más especificidad y conectividad que tengan, no son relevantes en órdenes mayores. Los territorios contemporáneos, están afectados por fenómenos crecientes de nomadismo y volatividad, lo cual genera un orden global difuso.
Dentro de las territorialidades contemporáneas, los elementos que pueden mantener algún orden, son los atractores.
Se los define como formaciones que tienen cierto grado de estabilidad estructural, más allá de sus mutaciones internas y de su eventual naturaleza gravitatoria.
Los atractores urbanísticos, pueden ser ámbitos territoriales muy diversos como algunas piezas urbanísticas metropolitanas (Lille), algunos recintos portuarios, las tecnópolis (La Defense) o muchos cascos históricos que cumplen con los atributos ya señalados.
Asimismo, frecuentemente los edificios complejos, se comportan como atractores, como en el caso de los grandes edificios contenedores constituidos por MIXED-USE y proporcionados de paquetes programáticos con facilidad para mutarse, lo cual puede visualizarse en gran parte de los espacios comerciales y de oficinas, como los Shopping Centers o los Mixed- Use (híbridos con capacidad de mutar).
Los atractores arquitectónico-urbanísticos, presentan cierta lógica dual, tanto maquinista como biológica de organismo complejo pues juegan unitariamente con cierta autosuficiencia en entornos crecientemente agresivos donde compiten por su supervivencia.
Los atractores en su coexistencia, pueden optar conjunta y/o competitivamente, formando constelaciones y órdenes fluctuantes que alteran las lógicas territoriales.
Estos fenómenos territoriales actuales de creciente competitividad y agresividad pueden no ser deseados pero deben conocerse para evitar su encubrimiento en planteos equilibradores y homogeneneizadores pertenecientes a paradigmas hoy inoperantes (urbanismo urbano).
En estos escenarios contemporáneos la emergencia de los híbridos pauta la territorialidad de fin de siglo. Los híbridos son formaciones programáticas flexibles capaces de atrapar flujos de inversión como algunos de los ejemplos ya señalados Zaera Polo afirma que los híbridos son a los procesos complejos lo que los tipos a los procesos lineales.
Tales elementos híbridos se asocian a temas contemporáneos como la indeterminación. Los anteriores son los elementos que le dan orden a los sistemas complejos. El modo para lograrlo es lo que Deleuze y Guatari llaman el plan de consistencia. El mismo no se refiere a tener un plan de ordenamiento territorial rígido expresado en la correspondiente figura de ordenación, sino que se refiere a una manera distinta de concebir la realidad y sus formas de operación en múltiples problemáticas y escalas. Un plan de consistencia es una modalidad operativa, cualitativa y selectiva que posiciona la lógica de los cambios de un modelo procesual fragmento a fragmento operando por consolidación y no por partes totalizantes.
Este plan actúa sobre conjuntos difusos y lo fundamental en él es el modo en que se conectan las partes. El plan de consistencia tiene la capacidad de interpretar globalmente lo que pasa en sistema complejo especialmente centrado en una dimensión estratégico- táctica.
Melun-Senart (1987): la estrategia del proyecto consiste en generar un sistema apto para ser desarrollado más que la determinación de algunos resultados formales (buscan como conectar las partes y no una imagen determinada de cómo es la ciudad).
Los objetivos de la propuesta se centran en la accesibilidad de servicios urbanos y en la preservación de determinadas cualidades estéticas del lugar. Se rechaza explícitamente cualquier ideología urbana como determinante del plan aceptando la imposibilidad de ejercer una determinación absoluta sobre la materialización de la ciudad. El sistema urbano se desarrolla en torno a una serie de bandas asociadas a distintas actividades y distintas velocidades, en ellas se concentran las energías del proyecto minimizando las determinaciones sobre las áreas desarrollables. El sistema en Melun-Senart está constituido por líneas que se encuentran en puntos, no estructuralmente significantes. Los puntos de articulación no tienen necesariamente influencia en la materialización de las líneas. Es un tipo de estructura asociable al principio de conexión y heterogeneidad con el que Deleuze y Guatari caracterizan los sistemas rizomáticos: “cualquier punto en el rizoma puede y debe ser conectado con cualquier otro.” Cada línea tiene una determinación particular en cuanto a velocidad, dirección o actividad. Por lo tanto la topografía urbana de Melun-Senart está organizada en líneas o vectores en lugar de puntos, centros o posiciones.
Las líneas que estructuran Melun Senart son extensibles y capaces de crecimiento puesto que sus límites no son significantes. No existen codificaciones formales de nudos o finales de acuerdo al principio rizomáticos de la ruptura asignificante que plantea que un rizoma puede romperse, destruirse en cualquier punto, pero volverá a desarrollarse desde una de sus antiguas líneas o mediante líneas nuevas.
La presentación gráfica del proyecto tiene líneas de movimiento, centros de densidades, figuras que representan actividades, logotipos de corporaciones, todas ellos yuxtapuestos contribuyendo a formar un documento uniforme siempre modificable, operativo mas que legislativo, o determinante de competencias. Las topografías propuestas por OMA no son estables ni mecánicas ni estadísticas.
Configuran un modelo que nos remite al régimen de acumulación flexible cuya estabilidad general depende de su flexibilidad para integrar fluctuaciones a escala local con órdenes a nivel global. La aceptación de la incertidumbre es la que el fenómeno urbano se produce y la renuncia al control formal sobre tales desarrollos se nivela con el establecimiento de límites operativos. Melun Senart como ejemplo de estos modelos es una estrategia de control sobre el vacío en lugar de la sobrecodificación de la fábrica urbana (lo construido) por la que el diseño urbano se ha caracterizado en las últimas dos décadas. La importancia que las fases de desarrollo del proyecto tienen en la materialización final es un índice de un concepto fluído de la realidad.
La síntesis formal depende y resume en cada momento el desarrollo del proyecto y expresa la forma en que la idea generadora se implementa, se deforma por su propio proceso. En Melun Senart la forma se produce como un resultado dependiente de una evolución temporal irreversible.
MANHATANISMO (1972) Reflexión sobre la Metrópolis.
El descubrimiento del Manhatanismo consistió en comprender a Manhatan como una colección de estructuras experimentales que habían sido concebidas en las sueños “salvajes” de los futuristas, expresionistas o constructivistas, pero aqui existen y son habitualmente usados cada día por habitantes casuales. En ausencia de una teoría explícita y convencionalmente formulada, toda evidencia se hace misteriosa e inaccesible, incluso invisible, para la disciplina arquitectónica.
En “Delirious New York”(un manifiesto retroactivo para Manhattan), (retroactivo porque teoriza a posteriori los fundamentos de una realidad).
En Delirious New York se describe en interpreta el fenómeno semi espontáneo del urbanismo de New York como manhatanismo.
La ciudad del globo cautivo es el manifiesto visual en el cual la producción de New York está basada. Se identifica la grilla como el verdadero secreto de Manhattan. Ella define una ciudad de 1500 bloques idénticos que adquieren identidad en las particularidades de su arquitectura. La fórmula mas sugestiva para comprender Manhattan y descubrir esta concepción de la ciudad fue el de una muy moderna Venecia. En el planteamiento Manhattan, se concibe como un archipiélago sin agua, donde cada manzana (bloque) es una isla donde el constante fluir de personas y autos corresponde al agua. Esto hace de Manhattan algo completamente opuesto de la ciudad tradicional pues es una ciudad basada en la ausencia de coordinación, cada uno para sí mismo, la trama para todos, como un sistema de soledades arquitectónicas. En este modelo cada isla celebra diferentes valores haciendo de cada una estados en miniatura, con sus propias leyes convenciones y folklore. La unidad del archipiélago solo puede ser expresada y reforzada a través de la máxima heterogeneidad de las islas.
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