martes, 10 de febrero de 2009

EINSENMAN

El dispositivo formal abierto por Kahn se vincula a las ideas de Peter Einsemann a comienzos de los 60. Desarrolla su tesis doctoral titulada “el Cubo” en la cual explica que el problema de la forma arquitectónica tiene como resolución sustraer a la disciplina del tiempo histórico y plantearla como racional. Expone que el Movimiento Moderno tendió a identificarse con el cambio y las ideas de cambio porque creía ser una revolución permanente por lo cual su modo de reflexionar había sido más histórico que lógico (el del movimiento moderno).
La recuperación de esa lógica como soporte absoluto de la forma es el objetivo esencial. Distingue entre forma genérica y forma específica. La primera es de naturaleza trascendente, universal y tiene un carácter arquetipo.
La segunda se fundamenta en referencias y asociaciones subjetivas y puede ser afectada por condiciones externas a la disciplina arquitectónica solo conociendo las propiedades inherentes a la forma genérica se puede comprobar la relevancia de una forma específica. Para Einsemann la forma implica la separación entre la geometría pura y la escala de lo humano y de los objetos. Propone una arquitectura de absoluta abstracción que Montaner vincula con el naciente arte conceptual (abstracción absoluta del objeto : silla, foto de silla y definición escrita de silla).
La arquitectura debería establecer sus premisas desde lo formal para concluir en resultados también formales. Esta sería una arquitectura sin pretensiones pragmáticas ni semánticas, el desarrollo arquitectónico de estas ideas se vincula a las casas numeradas del 1 al 10 generadas a partir de un cubo, y en donde la idea desarrollada es el de formas y espacios sin referencia al hombre ni a los objetos como el mobiliario .
En la casa 3 (Miller, 1970) intenta una arquitectura que no exprese la función. El proyecto se vincula a su teoría de las formas puras generando una serie de volúmenes cuyas líneas se intercepta sobre todo a 45º dando lugar a una forma en la cual el propietario es considerado por Einsemann como un intruso, aún cuando los espacios interiores tienen cierto grado de funcionalidad y la geometría es sobre todo una referencia sistemática al concepto de la forma pura. En la casa 6 (Frank, 1973) el extrañamiento de los objetos y los habitantes es mas evidente por el desarrollo de un esquema geométrico de paralelos y transversales que plantean las nociones arquetipicas de centro y periferia, vertical - horizontal, o arriba - abajo.
Este sistema de referencia abstracto tiene como propósito evitar la contaminación figurativa. Se trata de rever el espacio de habitación creando una espacialidad generada exclusivamente por las formas geométricas aceptando que la universalidad de la estructura no puede delimitar las condiciones de la forma. Esta sólo puede responder a su estructura genérica. Einsemann explica que la casa no es un objeto en el sentido tradicional (como resultado de un proceso) sino más bien el propio proceso que se convierte en objeto explorando las condiciones potenciales de la arquitectura. En ese proceso atender el programa, no desvirtúa la naturaleza formal de las operaciones que lo integran porque el ajuste funcional contribuye a agravar el extrañamiento del habitante pues se le ocultan sistemáticamente las pautas de interpretación formal del espacio.
En ese espacio los objetos aparecen como forzados dispuestos entre planos, aberturas y pilares, efecto que se acentúa en el tratamiento del volumen rajado correspondiente a uno de los dormitorios y a una parte de la sala.

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