martes, 10 de febrero de 2009

ITALIA - PARADIGMAS URBANISTICOS 60 Y 70

En la Italia de la posguerra, se planteó un debate cultural en torno al papel de la arquitectura del Movimiento Renovador de entreguerras con respecto a la representación de una nueva situación, como era la de Italia surgida de la lucha contra el Fascismo y la invasión alemana.
Italia tiene una enorme demanda de vivienda causada por la guerra, una industria pobre, en muchas zonas inexistente y una mano de obra no calificada.
Debía acudirse al capital público, a la inversión privada, a la capacidad artesanal del sector de la construcción y recurrir a obreros del campo, que iniciaban ahora su éxodo.
En el período fascista, la presión arquitectónica del régimen había tenido una doble vertiente que se vinculaban por un lado a la idea de continuidad y por el otro a la de modernidad. Como el Fascismo pretendía contener las dos ideas, la continuidad se expuso a través del Historicismo y la Modernidad.
A través de la Arquitectura Renovadora, estudios como el BBPR (Banfi, Belgioso, Peresuti y Rogers) y el MIAR (Movimiento Italiano de Arquitectura Racional) de Terragni, habían estado estrechando vínculos con el Régimen Fascista, con propuestas como el proyecto de reforma urbana de Milán llamado Milán Verde, del BBPR (parecido al Plan Voisin de Le Corbusier) y la Casa del Fascio en Commo, de Terragni.

En la nueva situación, la cultura italiana va a tratar de establecer como sus bases la relación con lo popular. Así surge lo que se llamó Neorrealismo, difundido sobre todo por el cine. En arquitectura, esta tendencia neorrealista va a materializarse en la revalorización de la ciudad existente y de la arquitectura popular.
El neorrealismo constituyó la versión italiana del organicismo. Se basó en la crítica al racionalismo, a su abstracción ideológica y su vocación tecnológica y en la idea de recuperar los aspectos ecológicos, ambientales y naturales para adaptarse más pragmáticamente a las condiciones histórico-sociales de cada colectividad.
Los nuevos asentamientos deberían recordar el ambiente rural o el de los barrios obreros urbanos tradicionales.
Buscaban la comunicación a través del desorden de la arquitectura espontánea, de lo rústico y de lo mimético con la naturaleza. Buscaban una composición articulada con vistas diferentes desde cada lugar y ambientes tranquilos y acogedores.
Estos arquitectos pertenecían al grupo de la revista Casabella Continuitá, dirigida por Ernesto Rogers, quien era el gran teórico del momento hasta la llegada de Aldo Rossi. El desarrollaba una teoría partidaria de revisar los fundamentos de la Arquitectura Moderna, inclinándola hacia modalidades lingüísticas que se vincularan de algún modo con aspectos de la cultura local.
El problema principal estaba en cómo conseguir este nexo sin caer en la figuración historicista. Llegaba a la conclusión de que los temas debían buscarse en la llamada Arquitectura Popular o Vernácula (local, tradicional) y en consecuencia, en la estructura de las ciudades existentes.
El neorrealismo en arquitectura no ha superado los términos de una cultura post-bélica, con todas las dudas y ambigüedades de la cultura popular.
La primera realización de esta tendencia fue el Barrio Tiburtino en las afueras de Roma, realizado en 1950 por Quaroni, Ridolfi, Aymonino y Tiburtino entre otros.
El Barrio Tiburtino, aunque se construye en una situación periférica, recompone la trama y el tejido de los centros urbanos tradicionales mediante una planimetría que no utiliza el damero ni la libre implantación de volúmenes en el verde, sino que recrea el aspecto intrincado de los centros medievales e incorpora en el lenguaje elementos tomados de la arquitectura tradicional como áticos vidriados, miradores (que Aldo Rossi también va a usar mucho), techos de tejas a dos aguas, balcones, persianas de madera y muros y arcadas de piedra.

Esta modalidad va a difundirse en la arquitectura italiana, produciendo muchos ejemplos, sobre todo para vivienda y originando una reflexión teórica que desemboca a mediados de los ´60s en la Arquitectura de la Ciudad de Aldo Rossi, ideas que se materializan en el Barrio Gallaratese en los ´70s en Milán.

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